Don Ubaldino Brouchetino y su amigo, el correntino Valentino que llegó en un equino, se tomaban unos vinos en el bar de Tatino, celebrando el día del pepino, pá sanar los intestinos nada mejor que pepino que sea picado fino y adobado con comino dijo un fraile descendiente del capuchino, se reía Al Pacino cuando filmaba El padrino, me estoy quedando fino dijo el gurí Marcelino, que nació sietemesino y era hijo de un vecino, don Isabelino Saturnino que tenía un campo de lino y se lo comieron los pingüinos, gritaba ¡ es un desatino! me cambian el destino ¿acaso no descendemos de los tamarinos? Que es un mono, no un porcino, ya estoy confundido, mejor me tomo respiro, si lo aclaro se lo digo.
Me voy por otro camino con rumbo para el casino.
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