viernes, 3 de abril de 2020

Memoria (parcial) de mi paso por el fútbol VIII-1964-El año de bajón

 No todas son rosas en la carrera deportiva.

Al comenzar una alegría fue la de participar en un nocturno organizado por Atlético Uruguay en la vieja cancha de calle 9 de julio y Díaz Vélez. 
Almagro decidió participar y fui convocado para integrar el equipo.  
 El primer partido fue una parada brava, nos tocó Defensores de Talita que era el campeón de la Liga Zonal, pero a los de Almagro siempre nos gustó las difíciles, así que no arrugamos, y ganamos por tres a dos.
 Si, ya imaginan, la cuota de gol estuvo y fue el del triunfo, gran alegría, más que por el gol, era un desafío la primera vez que jugaba de noche, con luces artificiales, calcular los pases era distinto a las tardes con sol y un recuerdo del clima, para el segundo tiempo había caído el rocío y la pelota estaba totalmente mojada y bastante más pesada.

Bueno, después perdimos con Barraca, gran equipo y siempre animador de los nocturnos, y la figura de Horacio tilo Scelzi de gran velocidad y goleador, jugamos un par de partidos más y quedamos afuera, se jugaba a doble eliminación, si perdías dos te ibas y así fue.

Pero comencé diciendo el año del bajón, porque estuve peleado con el arco y goleador que no hace goles no rinde para el equipo.
 Además, por razones laborales se hizo complicado jugar todas las semanas y vinieron los cambios en Almagro, finalmente al terminar el campeonato dejaba el club, pero fueron dos años muy lindos y quedaron muchos amigos.

Antes de terminar con Almagro, debo mencionar a los hermanos Pietroboni, compañeros y amigos más allá de las canchas.

Comenzaron los cambios en el equipo y ya jugaba menos.

Me tomo un tiempo para recordar algunos jugadores de los clubes de Primera B que veía jugar a menudo.

El tapi Ferrari en Almafuerte, gran goleador, otro goleador era Carlos Saín de San Lorenzo, Pepe Padovese de Unión Deportiva Ferroviaria, Toti Caló y Victtorio en Lanús, Alem y Cacho Nísero de Casino, Osvaldo Isgleas, arquero, lo vi atajar en Olimpia, aunque este equipo participó solo un año, Cevey de Supremo Entrerriano y que años después fuimos compañeros en Huracán de Arroyo Molino.

Un mención especial para Atilio “pito” Richard, su última actividad oficial fue en 1962 integrando el equipo de Internacional en el Campeonato de Primera B, curiosamente, pese a ganarlo no hicieron uso del ascenso y se desafiliaron, allí fue el goleador de Campeonato, y después abocado a su actividad comercial avícola había formado un equipo para disputar campeonatos relámpagos y fui invitado a ser parte, jugamos varios, con suerte diversa, pero la pasamos bien, divertido eran los viajes, Richard poseía un camión con una caja totalmente cerrada, allí nos “encerrábamos” para ir las canchas, como esa caja era utilizada para el transporte de alimentos de aves, nos llenábamos de polvillo suelto y parece que era útil porque corríamos todo el partido y a la vuelta a casa un baño obligatorio, especialmente los más jóvenes nos preocupaba el cabello, no sea cosa que afectara nuestra imagen juvenil.



Humor y memoria

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