colaboración de Roberto Morales de Gualeguaychú.
En el desarrollo de los torneos locales, se fueron repitiendo estas circunstancias, pero nunca había sucedido lo que aconteció el 14 de mayo de 1972.
Por la segunda fecha del Torneo Oficial, jugaban en Villa María, Unión del Suburbio y La Vencedora con el arbitraje de Juan “Carancho” Bran.
La crónica de esa jornada dice que las canchas estaban pesadas y resbaladizas como consecuencia de las lluvias registradas los días anteriores y, además, había un “ambiente sofocante, casi de fuego”, escribió el periodista de El Argentino.
“Corrían 30 minutos y el arquero Piccini de La Vencedora shoteó fuerte y largo a campo contrario. No alcanzaron el balón sus compañeros, hubo indecisión en la extrema defensa de Unión del Suburbio, salió a la deriva el arquero Bonzi y el 1-0 quedó decretado. Increíble.”
Sí, fue increíble, porque así como sintetiza la crónica del matutino, se había convertido el primer gol de arco a arco del cual se tengan registros en el fútbol gualeguaychuense.
El vespertino Noticias da cuenta de otros detalles y no coincide con el tiempo de juego: “La bolea de Piccini desde su arco picó dentro del área de Unión y allí pugnaron los atacantes de La Vencedora y el intento del portero fue estéril al resbalar en el piso y ser superado por el balón. Esto aconteció a los 20 minutos de juego.”
De acuerdo a las imágenes publicadas, el episodio sucedió en el arco norte, el que da espaldas a la calle Etchevehere.
los protagonistas de esta historia viven para contarla.
Héctor Bonzi, golero de Unión; Miguel “Tero” Piccini, el arquero de la hazaña.
La palabra de los protagonistas
Miguel ‘Tero’ Piccini: “Yo siempre sacaba alto y ese día. Pateé de más fuerte, Bonzi salió a buscarla y se molestó con un compañero en el borde del área grande, picó la pelota y se le fue adentro del arco. Lamentablemente para él”.
Héctor Bonzi: “No es ninguna deshonra comentar algo que le ha ocurrido hasta los mejores profesionales. Fue un partido en cancha de Unión, en la cual había un viento bastante fuerte que se desplazaba de norte a sur y yo por lo general cuando atajaba, el área chica era mía y estaba adelantando.
En esa oportunidad él le pega con fuerza, el viento estaba bastante fuerte, yo estaba adelantado y no pensé que iba a llegar la pelota con semejante fuerza. Me venció las manos y me hizo el gol”.
Humor y memoria
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