Lunes a la
mañana, comienza la cabalgata, cada vendedor destaca junto con el buen día su
buena mercadería y lo mejor de la plaza. Lo primero es el pan, luego soda,
cigarrillos, vinos, fiambres, productos porcinos, lácteos y dulces a raudales
han iniciado el camino, la golosina ha seguido con su color y alegría.
Limpieza y perfumería
también están en la lista, gaseosas y galletitas y algo de verdulería completan
la estantería ya lista para vender, tan solo resta atender, pronto, más y
mejor, así cada vendedor a esta casa ha de volver.
El Vate Fantasma
Escrita en 1977
Humor y memoria
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