El 26 de julio de 1972 hubo una coordinada acción terrorista que consistió en la colocación de explosivos en buena parte del país.
Uno de los atentados se produjo en la plaza General Bartolomé Mitre de San Isidro, próxima a la Catedral.
Un grupo de seis terroristas diseminó varios bultos en la plaza, dejando en el busto de Eva Perón la inscripción:
“Si Evita Viviera Sería Montonera.”
Se envió una comisión para desactivar cualquier tipo de bomba, y cuando iban a verificar uno de los bultos se produjo la explosión.
El Cabo Carlos Adrián Ayala – mejor bombero voluntario del año en el ’70 y el ’71- sufrió el vaciamiento de ambos globos oculares, estallido de cajas orbitales, traumatismos de cráneo y fractura en ambos maxilares, heridas que le produjeron la muerte luego de agonizar durante dos días en los que no perdió la conciencia.
Los policías Gazzola, Gatinoni, Niro, Rojas y Portillo también sufrieron heridas como desgarramiento total de cara, pérdida de un ojo, pérdida parcial auditiva, pérdidas de piernas, dedos.
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