Sin muchas diferencia con el tiempo anterior, al que llaman de la dictadura, a partir de 1983 el Humor de las Villas reflejaba en sus paginas la esperanza en lo que venia.
En el Nº 42 de noviembre de 1983, el querido y recordado amigo Miguel A. Sánchez escribía:
Lo concreto es que el ciudadano argentino gozara con el establecimiento de la democracia de las libertades ideadas por este sistema político, para el hombre, célula viva y fundamental de la sociedad cristianamente civilizada, atento que bajo su influjo piensa, crea y elabora sin otra presión ni control que no sea su propia inteligencia.
Este sueño incumplido 28 años después, se ve lejano, dado que con el paso del tiempo vemos el aumento de la pobreza, la decadencia de la educación y el relativismo de las costumbres como signos evidente de algo que no parece ser del todo asumido, cual es la falta de políticos capaces.
A su vez, la revista afirmaba su condición barrial reflejando en sus caricaturas a personajes populares, como El Tatita, Rafael Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario